¡Cuánto tiempo liseuros!
Después de este pequeño parón en el blog por razones vacacionales en las que no he parado, retomo de nuevo la actividad del blog. Y lo hago con una nueva entrada de la sección clásicos, en esta ocasión con Huckleberry Finn, del estadounidense Mark Twain. Es el cuarto libro que leo de este autor y puedo decir que es el que menos me ha gustado. ¿Por qué? ¡Vamos a ello!
Autor: Mark Twain
Título original: Adventures of Huckleberry Finn (Tom Sawyer's Comrade)
Traductora: Doris Rolfe-Antonio Ferres
Páginas: 352
Editorial: Akal
Precio: 9,50€ (edición de bolsillo)
- Resumen muy resumido:
El espíritu libre de Huck no está hecho para soportar a un padre alcohólico y violento, ni tampoco la tutoría de una viuda puritana. Jim, un esclavo negro, se entera de que sus amos le queren vender. Juntos huyen por el río Mississippi hacia la libertad, donde la amistad es posible por encima de las razas y de la sociedad.
- Opinión personal:
Este libro, junto con Los viajes de Gulliver, fue uno de los clásicos que me traje a Francia para leer antes de volverme. Ya he conseguido terminar los dos y mi lista de clásicos pendientes de leer desciende de mi lista (que estén en mis estanterías solo me quedan ocho). Mi edición de este libro es también de El País.
Huckleberry Finn es la segunda parte del famoso Tom Sawyer. De hecho, en el prólogo del libro, Huckleberry se presenta como el amigo de Tom Sawyer para que podamos reconocerlo. Además, esta segunda parte está considerada la mejor novela estadounidense del siglo XIX, lo que para mí, es exagerar. Es cierto que es una obra que es muy crítica con la sociedad americana de la época, especialmente con el tema de la esclavitud negra. Todas estas críticas se presentan la mayoría de ocasiones en clave de humor, lo cual para mí es un punto positivo. Siempre he considerado que toda crítica es mucho más crítica si se hace con humor.
Es una obra que se narra en primera persona. El propio Huck nos cuenta todo su periplo y todo lo que sentía en los momentos narrados. Cabe recordar que Huckleberry Finn es un personaje que apenas tiene estudios y que no ha leído demasiado en su vida por lo que cuando estás leyéndolo tienes la sensación de que es la vecina maruja del quinto la que te está contando la historia. Existen muchas coletillas del tipo: Bueno, pues resulta que... o Y eso fue lo que pasó en ese momento, ¿sabes? Sin embargo, esto juega también en su contra porque llega un momento que se te hace pesado e incluso irritante (como tu vecina cuando se pone pesada, vamos).
La trama de la historia tiene sus momentos interesantes, especialmente en la segunda mitad del libro. La primera están todo el día bajando por el río con la balsa y si exceptúas el principio de todo, cuando te explica el porqué se escapan, resulta monótono. Creo que es esto lo que te hace soportar en gran parte el estilo del autor.
En mi valoración general del libro puedo decir que lo he terminado decepcionado. Cuando leí Tom Sawyer recuerdo que me reí muchísimo con todas las aventuras que tenían, pero con Huckleberry Finn he terminado eso, decepcionado. Quizás puse las expectativas muy altas en él, pero me alegré mucho de volver a ponerlo en la estantería. En Goodreads le puse un 3 sobre 5, aunque mi nota real sería un 2,5.
Y hasta aquí la reseña de hoy. Dentro de poco espero traer una sorpresita al blog, pero dependerá de cuando me ponga de acuerdo con alguien para hacerlo. Mientras tanto, a seguir leyendo.
Huckleberry Finn es la segunda parte del famoso Tom Sawyer. De hecho, en el prólogo del libro, Huckleberry se presenta como el amigo de Tom Sawyer para que podamos reconocerlo. Además, esta segunda parte está considerada la mejor novela estadounidense del siglo XIX, lo que para mí, es exagerar. Es cierto que es una obra que es muy crítica con la sociedad americana de la época, especialmente con el tema de la esclavitud negra. Todas estas críticas se presentan la mayoría de ocasiones en clave de humor, lo cual para mí es un punto positivo. Siempre he considerado que toda crítica es mucho más crítica si se hace con humor.
Es una obra que se narra en primera persona. El propio Huck nos cuenta todo su periplo y todo lo que sentía en los momentos narrados. Cabe recordar que Huckleberry Finn es un personaje que apenas tiene estudios y que no ha leído demasiado en su vida por lo que cuando estás leyéndolo tienes la sensación de que es la vecina maruja del quinto la que te está contando la historia. Existen muchas coletillas del tipo: Bueno, pues resulta que... o Y eso fue lo que pasó en ese momento, ¿sabes? Sin embargo, esto juega también en su contra porque llega un momento que se te hace pesado e incluso irritante (como tu vecina cuando se pone pesada, vamos).
La trama de la historia tiene sus momentos interesantes, especialmente en la segunda mitad del libro. La primera están todo el día bajando por el río con la balsa y si exceptúas el principio de todo, cuando te explica el porqué se escapan, resulta monótono. Creo que es esto lo que te hace soportar en gran parte el estilo del autor.
En mi valoración general del libro puedo decir que lo he terminado decepcionado. Cuando leí Tom Sawyer recuerdo que me reí muchísimo con todas las aventuras que tenían, pero con Huckleberry Finn he terminado eso, decepcionado. Quizás puse las expectativas muy altas en él, pero me alegré mucho de volver a ponerlo en la estantería. En Goodreads le puse un 3 sobre 5, aunque mi nota real sería un 2,5.
Y hasta aquí la reseña de hoy. Dentro de poco espero traer una sorpresita al blog, pero dependerá de cuando me ponga de acuerdo con alguien para hacerlo. Mientras tanto, a seguir leyendo.
¡Hasta la próxima liseuros!
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